15 de Marzo 2004
ZP presidente
Me alegro que haya ganado el PSOE, sí. Y no voy a hablar de política, simplemente yo necesitaba este cambio. Por petición de algunas personas, pongo en el blog el e-mail que mandé al PSOE, hace una o dos semanas...
Un beso.
Este correo electrónico, no tiene más fin que el de expresar mi opinión. Y he de decir en su favor, que se lo envío porque me inspiran confianza. Sí, una confianza que cualquier otro partido no me da.
Tengo 16 años. Pero no he podido evitar la curiosidad de leer las cartas que han enviado IU, PP y Psoe. Simplemente les quería decir, que en mi opinión, el voto no es una obligación ciudadana, sino una esperanza. Una esperanza por una España mejor. Claro está, que no en todas las personas ocurre así, pero en mi caso, si tuviese la posibilidad de votar, así sería.
Ojalá ganen las elecciones. Ya estoy harta de la mala educación (debido a la pésima organización de los colegios e institutos públicos) y de que me vuelvan loca con los cambios que se producen en ella, de la falta de recursos para obtener una vivienda, la carencia de medios para una mejor sanidad, de que familiares míos de la tercera edad, vean difícil el llegar a fin de mes, etc. También es duro, y estarán de acuerdo conmigo, la impotencia que se siente cuando vemos una nueva guerra estallar. Injusta. Ilegítima. Sobretodo, cuando gritas, saltas, te reúnes, etc, para dar tu opinión, pues esto es una democracia, y ves como tus esfuerzos son ignorados sin escrúpulos, y lo que es peor, manipulados por los medios. Aún sigo viendo lágrimas derramadas por ella.
El problema de los españoles es que olvidamos demasiado pronto. La guerra de Irak, el Prestige, el escándalo del AVE, los comentarios de miembros del PP como "si las casas están caras, es porque los españoles se las pueden permitir". Y yo me pregunto, ¿quién?. ¿El hijo de esa persona? ¿El vecino de la Moraleja que tiene un Porsche? Porque yo conozco mucha gente que se las está viendo "crudas" para encontrar piso de alquiler. De la venta ya ni soñarlo.
Les voy a confesar una cosa: Yo no estoy orgullosa de mi país, y me gustaría. No estoy orgullosa de un país que no oye al pueblo, de un país que participa en una guerra, de un país que engaña, que promete y no cumple, que presenta los problemas, pero no da soluciones, de un país que se limita a decir "todo va bien" y se frota las manos... Como habrán visto, el problema no es del país. NO ESTOY ORGULLOSA DEL GOBIERNO.
Sólo pedirles una última cosa y ya termino: Con lágrimas en los ojos les ruego, que por favor: nos devuelvan la ilusión.
Muchas gracias. María