16 de Agosto 2004

Viaje a un sueño

Este relato está escrito por Robe... Y quiero ponerlo porque es algo precioso, y no se sale del estilo del blog...

Robe, te lo curraste ;)

Historia real...

Llevo toda la semana trabajando pensando en un único día. Cargar cajas de frutas no es lo que más puede realizar a una persona, y a mi mente sólo llegan imágenes fantasiosas del día en que volvamos a vernos. Mi billete hacia Almería lleva en mi cartera dos semanas y mi equipaje lleva hecho tres días en un intento desesperado por adelantar el calendario. Por fin hoy salgo en tu búsqueda. Las horas se han hecho más largas de lo habitual, pero eso ya no importa. Me dirijo en el coche hacia la Estación Sur, el autobús sale a las doce de la noche y todavía queda una hora, pero el sonido de mi teléfono hace que me detenga por un momento mientras observo en la pantalla del móvil tu nombre parpadeando. Al principio dudo de cómo voy a reaccionar, es difícil disimular la alegría de saber que al día siguiente por fin podré acariciarte, pero guardo las formas y te digo entre gestos de desánimo que mañana me espera otro duro día de trabajo. Cuando nos despedimos noto tu voz desmesuradamente triste al decir un “te echo de menos” que ablandaría hasta al verdugo más despiadado que ha existido en la tierra. Yo te recuerdo la promesa aquella que te hice al irte de que los días sin vernos se harían más cortos de lo que pudieras imaginar, así que te pido que por favor no pienses ni intentes razonar lo que te digo: “cierra los ojos; simplemente confía en mi y piensa en que todo pasará rápido”. Tu voz, ahora mucho más tranquila, me dice que de alguna manera extraña he conseguido calmarte, por lo que nos despedimos con un mutuo “te quiero”.

Las prisas y congestión de gente en la estación de autobuses es la usual de un 31 de Julio, y yo apuro los últimos minutos fumando un cigarrillo junto a mi padre. Tras buscar mi asiento y acomodarme en la butaca de al lado de una mujer de raza árabe que me saluda con una sonrisa, consigo ver por la ventanilla a mi padre despidiéndome con la mano y leer en sus labios algo así como un“suerte, chaval”. Yo le correspondo levantando el brazo puesto que, aunque la imagen de mi viejo me haya emocionado, no quiero que la gente pueda notarlo y pensar algo absurdo respecto a mi. El autobús arrancaría poco después y vuelvo a ver a mi familia agitando sus manos, pero esta vez me levanto a saludar enérgicamente puesto que a mi cabeza habían venido paranoias de que esa podría ser la última vez que les volviera a ver y no me perdonaría el no haberlo dado todo. Ya con la conciencia tranquila me coloco el discman pensando en lo bien que marchaba todo y en la sorpresa que tenía pensado desde hacía tiempo para ti.

El viaje es largo así que procuro dormir, aunque los vaivenes de los baches me despiertan en varias ocasiones. Ya en Almería tomo otro autocar con dirección a Berja, donde me esperan un grupo de amigos y amigas que conocí el año pasado en una aventura a tierras andaluzas y que se mostraron dispuestos a llevarme en coche a tu pueblo, Laroles, una aldea pequeña situada en la sierra granadina de La Alpujarra. Tras comer y tomarnos un café nos montamos en el coche. Todo parece ir como lo tenía planeado y desde lejos divisamos Laroles en lo alto de la montaña. En ese momento escucho como mis amigos me hablaban, pero mi cabeza estaba inmersa en la confusión de no creerme que estaba tan cerca de ti. Tras atravesar todo el pueblo llegamos al camping. Allí entre todos montamos la tienda como podemos y nos despedimos con la esperanza de volvernos a ver pronto. Yo les había pedido un último favor; llevarían a tu casa una caja de zapatos cerrada con una nota que decía “Te prometí que la espera sería corta. Pues bien, esto es sólo el principio: no lo abras hasta que no te llame y te de instrucciones”.

Ahora estoy solo. Son las 20:00 y te dije que hoy trabajaría hasta las diez de la noche, por lo que decido inspeccionar el pueblo en búsqueda de un lugar apropiado para todo lo que tenía pensado. Encuentro cerca del camping una explanada por la que está paseando con sus cabras un pastor de la zona: ese será el lugar. Coloco en él una flor junto a dos fetiches cuando recibo en mi móvil un mensaje tuyo: “¡ESTÁS LOCO!..no me salen las palabras, pero no puedo dejar de sonreír, esta noche hablamos. ¡Te quiero más que a nada en el mundo!”. Yo sonrío pensando en la razón que tienes sin saberlo con eso de que por la noche hablaríamos, pero esta vez no sería a través de un celular. Tras fumar otro cigarrillo tratando de calmar mis nervios descubro en mi reloj que por fin es la hora, por lo que decido llamarte con voz sutil tratando de no levantar sospechas. Te pido que abras la caja. Tú, con muchos nervios, obedeces descubriendo con sorpresa que en su interior se encuentra mi discman. Con la misma técnica de requerir que confiaras ciegamente en mi, te pido que te dirijas a la zona del camping y que, tras descubrir un sitio que reconocerías con facilidad, escuches la primera canción mirando hacia tu pueblo, cerraras los ojos y pensaras con todas tus fuerzas en mi. Así lo harías.

Desde mi escondite te veo llegar, deslumbrante, increíble, como siempre. La noche había imposibilitado que descubrieras el lugar que te marqué, pero daba igual, estabas ahí como yo lo había imaginado tantas veces trabajando o en la cama antes de dormir. Me fui aproximando poco a poco, estaba tan cerca de ti que podía escuchar perfectamente la letra de la canción que, traducida al castellano, decía algo así como “no hay montaña suficientemente alta, ni carretera suficientemente larga que me impida llegar hasta ti”. Tus ojos estaban abiertos, mirándome, pero la expresión de tu cara dibujaba la sensación de incredibilidad que te recorría la mente. Ya delante de ti te sonreí. El discman calló al suelo. La caja de zapatos nos miraba. Tú llorabas y me abrazabas nerviosa...a veces las palabras sobran.

Escrito por Alguien que quiere ser recordada a las 12:46 AM | Comentarios (15)

2 de Agosto 2004

Ice Flames

Bueno, pues Ice Flames es el grupo de unos amigos míos de Pozuelo.

icesflames.jpg

En tan sólo 6 meses han sabido apostar por lo máximo, demostrando que pueden llegar lejos participando en diversos festivales. Su música es una fusión de punk, heavy y rock formando un estilo propio. Invito a que visiteis su página y acudais a sus conciertos, de verdad merece la pena.

Además chicas, todos están solteros ;)

Aquí os dejo su web para entreis: www.ice-flames.es.kz

Escrito por Alguien que quiere ser recordada a las 9:20 PM | Comentarios (4)