Hoy me puedo mirar al espejo y mantener la mirada. Trago saliva y me doy cuenta de los dos años que dejo tras de mí. Es inevitable que se me encoja el corazón, que vuelvo a agrandar en un enorme suspiro... Dos años difíciles, complicados, de muchas emociones. Y no han hecho más que empezar. Puedo recordar y no fustigarme por ello. Tengo grabados demasiados momentos en mi mente. Muchos clavos en mi puerta. Experiencias nuevas. Dolorosas, cautivadoras, fortalecedoras... Tantas. Puedo observarme en el reflejo de mis ojos y ver que sigo viva, que he vivido, y sigo haciéndolo. Ya sé quién soy, y cómo soy. He ejercido de mi propia psicóloga durante dos años, con vosotros como público. Espectadores de mi función. Y me voy a permitir el lujo, como recompensa, vuestro aplauso silencioso y el sentirme orgullosa de mí misma. Agradezco los comentarios oportunos, el apoyo, los ánimos, la gente que me lee porque sabe la ilusión que me hace que nunca me haya olvidado, las confesiones, todo. Tengo mi vida escrita en 57 relatos.
Hace tiempo que no lloraba de emoción. Esta es mi última entrada. El momento de terminar mi película. Fin de proyección. Sonrío, desde la puerta y cierro lentamente. Se acabó la crisis. Ahora hay algo distinto. He creado un nuevo blog, esta es la web: http://ph7neutro.blogspot.com.
Una persona que admiro me preguntó por el motivo de inicio y fin de mi crisis existencial. Y bueno, en su honor, es lo que trataré de explicar a continuación...
Hay circunstancias, gente, y situaciones azarosas que te llevan a un hoyo profundo, un hoyo de mierda. Al principio huele mal y notas algo raro, estás perdido y no sabes cómo salir, lo intentas, pero cuesta y te cansas. Incluso te haces daño. Y vuelves a caer al fondo. Y te sientas, desesperado. Te acurrucas rogando que haya una solución, quieres salir y en tu imaginación lo haces. No encuentras salidas y por eso quieres soñar. Tienes una crisis. No hay salida, ni solución, no la ves. Y el cansancio te dificulta aún más la visión. La mierda está caliente, te acostumbras al olor, te cobijas. Te duermes. Y tienes pesadillas. Pero también sueños bonitos. Un día despiertas, tan al azar como puedes despertarte cualquier mañana y vuelves a ver dónde estás. Has recuperado fuerzas, vuelves a tener ánimos, tal vez voces del exterior. Tal vez algo en lo que no habías reparado. Quién sabe. Y vuelves a intentarlo. Y con la misma dificultad que el prisionero de la caverna platónica, consigues escalar de nuevo a la superficie. Y tienes el sentimiento de orgullo de haber sido TÚ quien lo ha conseguido. Y cuando ya puedes acostumbrarte a la luz, vas percibiendo la realidad. TU realidad. Y consigues verte a ti mismo. Y te das cuenta que todo ha pasado, de momento.
Sonrío a los que me han seguido, a quienes me han enriquecido, a los que siguen luchando, a los espíritus libres, a quienes saben vivir en un mundo sin respuestas, a los que han caído en hoyos y han salido, a los que están por salir, a quien me ofreció su ayuda, a las personas, a los humanos, a todos aquellos que recuperan la mirada de su infancia...
Y a mí misma.
Porque yo creo que la sonrisa, es la mejor forma de dar las gracias.
:)